martes, 21 de agosto de 2012

Heráclito (Cuento Egipcio)




     Amanecía en África. El territorio que el río Nilo recorría, se sentía caluroso y seco.  Los egipcios se levantaban como todos los días, ni desbordando alegría, ni negativos, en otras palabras, se levantaban “común y corriente”.  Todos menos uno, Heráclito. Heráclito se levantaba muy desanimado porque sabía lo que le esperaba. Heráclito era un muchacho hijo de un escriba. Muy pronto él también integraría ese grupo tan distinguido. Pero al contrario que los demás, él no quería ser escriba. Por eso le pesaba tanto cada día. Pero su padre siempre le decía que ser escriba era lo mejor para él y que muy pronto le iba a enseñar la escritura.
     Heráclito no quería aprender a escribir, porque esa escritura era muy complicada, ya que se debían utilizar 750 signos (jeroglíficos). Por eso, cuando el padre comenzó a enseñarle los jeroglíficos a Heráclito, éste se aburría y se perdía entre tantos signos y dibujos.
      Muy pronto, Heráclito pensó en cambiar la escritura jeroglífica, que era lenta y compleja, por una más veloz.Comenzó a trabajar en este proyecto, después de sus clases con el padre.  Al cabo de dos semanas terminó su propuesta y fue a presentársela al padre.  Éste le dijo que era una locura, que cómo podía pensar que se podría cambiar una escritura tan antigua por una nueva… Pero la idea  quedó  dando vueltas en la cabeza del padre, tras meditarlo bastante buscó la propuesta de Heráclito sin que se diera cuenta y se la llevó a su jefe. Éste a su vez se la llevó al faraón, que después de observarla y estudiarla dijo que podría ser mejor que la escritura que se estaba usando.  De esa manera, los escribas comenzaron a probar y a combinar la escritura nueva con los jeroglíficos y los sacerdotes  utilizaban la que había inventado Heráclito.


           Pero había un pequeño problema: el nombre de la escritura. Algunos propusieron: jeroglíficos II, fenicio, morse, escritura, escritura sacerdotista, cuneiforme,  entre otros.
Pero la madre de Heráclito, que lo quería mucho, propuso Hierática y el marido  aceptó  esta propuesta y la apoyó. A la mañana siguiente fue con su hijo a ver al faraón para hacer la propuesta del nombre para la nueva escritura. El faraón dijo que lo iba a pensar y en una semana lo anunciaría. Éste estaba indeciso entre: silábica, hierática y braille.
          Al cumplirse el plazo, el faraón pronunció las siguientes palabras: -“EL NOMBRE DE LA NUEVA ESCRITURA SERÁ HIERÁTICA.-“
La madre de Heráclito se puso muy contenta y su familia y amigos también. A medida que transcurría el tiempo, los escribas fueron dejando de utilizar los jeroglíficos, ya que la hierática era mucho más práctica. De esta manera, los escribas podían escribir más rápido.
          Heráclito sabía los símbolos de la escritura de memoria y mucho mejor que los demás, porque  era él que lo había inventado, y por eso fue el que más rápido escribía y casi nunca se equivocaba. Así pasaron los años y la escritura hierática se siguió utilizando hasta que un siglo más tarde un faraón decidió cambiar la escritura hierática por una más estilizada, que la llamaron demótica, pero Heráclito murió feliz sabiendo que su escritura había sido un éxito y nunca se enteró que la cambiaron por otra.  FIN
                                    

                                              Marianne  (1ro. B - Inst. Holters)



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