Amanecía
en África. El territorio que el río Nilo recorría, se sentía caluroso y
seco. Los egipcios se levantaban como
todos los días, ni desbordando alegría, ni negativos, en otras palabras, se
levantaban “común y corriente”. Todos
menos uno, Heráclito. Heráclito se levantaba muy desanimado porque sabía lo que
le esperaba. Heráclito era un muchacho hijo de un escriba. Muy pronto él
también integraría ese grupo tan distinguido. Pero al contrario que los demás,
él no quería ser escriba. Por eso le pesaba tanto cada día. Pero su padre
siempre le decía que ser escriba era lo mejor para él y que muy pronto le iba a
enseñar la escritura.
Heráclito
no quería aprender a escribir, porque esa escritura era muy complicada, ya que
se debían utilizar 750 signos (jeroglíficos). Por eso, cuando el padre comenzó
a enseñarle los jeroglíficos a Heráclito, éste se aburría y se perdía entre
tantos signos y dibujos.
Muy
pronto, Heráclito pensó en cambiar la escritura jeroglífica, que era lenta y
compleja, por una más veloz.Comenzó a trabajar en este proyecto, después de
sus clases con el padre. Al cabo de dos
semanas terminó su propuesta y fue a presentársela al padre. Éste le dijo que era una locura, que cómo
podía pensar que se podría cambiar una escritura tan antigua por una nueva…
Pero la idea quedó dando vueltas en la cabeza del padre, tras
meditarlo bastante buscó la propuesta de Heráclito sin que se diera cuenta y se
la llevó a su jefe. Éste a su vez se la llevó al faraón, que después de
observarla y estudiarla dijo que podría ser mejor que la escritura que se
estaba usando. De esa manera, los
escribas comenzaron a probar y a combinar la escritura nueva con los
jeroglíficos y los sacerdotes utilizaban
la que había inventado Heráclito.
Pero
había un pequeño problema: el nombre de la escritura. Algunos propusieron:
jeroglíficos II, fenicio, morse, escritura, escritura sacerdotista,
cuneiforme, entre otros.
Pero
la madre de Heráclito, que lo quería mucho, propuso Hierática y el marido aceptó
esta propuesta y la apoyó. A la mañana siguiente fue con su hijo a ver
al faraón para hacer la propuesta del nombre para la nueva escritura. El faraón
dijo que lo iba a pensar y en una semana lo anunciaría. Éste estaba indeciso
entre: silábica, hierática y braille.
Al
cumplirse el plazo, el faraón pronunció las siguientes palabras: -“EL NOMBRE DE
LA NUEVA ESCRITURA SERÁ HIERÁTICA.-“
La
madre de Heráclito se puso muy contenta y su familia y amigos también. A medida
que transcurría el tiempo, los escribas fueron dejando de utilizar los
jeroglíficos, ya que la hierática era mucho más práctica. De esta manera, los
escribas podían escribir más rápido.
Heráclito
sabía los símbolos de la escritura de memoria y mucho mejor que los demás,
porque era él que lo había inventado, y
por eso fue el que más rápido escribía y casi nunca se equivocaba. Así pasaron
los años y la escritura hierática se siguió utilizando hasta que un siglo más
tarde un faraón decidió cambiar la escritura hierática por una más estilizada,
que la llamaron demótica, pero Heráclito murió feliz sabiendo que su escritura
había sido un éxito y nunca se enteró que la cambiaron por otra. FIN
Marianne (1ro. B - Inst. Holters)
Marianne (1ro. B - Inst. Holters)
que bueno que esta mari
ResponderEliminarme gusto (:
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