“Nada importa saber de la vida de cierta clase de hombres
que todos sus trabajos y afanes los han contraído a si mismos, y ni un solo
instante han concedido a los demás (…) Pensaba en la eternidad a donde voy, y
en la tierra querida que dejo. Espero que los buenos ciudadanos trabajen en
remediar sus desgracias”
Esta ultima frase fue dicha en el
mes de junio de 1820 por un agonizante Manuel Belgrano a Manuel Castro, uno de
los pocos amigos que lo acompañaba en su espera a la muerte.
Cuando leí estas frases de
Belgrano, a partir de una investigación que estoy haciendo en estos días sobre
su vida, pensé inmediatamente en el esfuerzo de Agustín Tosco por remediar las
desgracias y por involucrarse en la búsqueda de la dignidad de los demás, como
anhelaba Belgrano, en dejar su vida por sus compañeros, siempre imponiendo como
herramienta de lucha, la honestidad, la coherencia entre sus pensamientos y sus
actos, la importancia de la lectura como vehiculo fundamental para comprender
el mundo y como lo expresa el maestro Osvaldo Bayer : el poner el cuerpo
siempre en el centro de la primera fila de cada lucha.
Tosco lucho siempre, hasta en sus
últimos días, pero fue aquel mes de mayo en Córdoba donde dejo impreso en la
historia argentina y latinoamericana su enorme compromiso y aporte , luchando
codo a codo con estudiantes y obreros, para responder a una feroz dictadura y
logrando, por medio de la participación popular, decirle basta a los atropellos
de un gobierno, que a partir de allí, con el Cordobazo como bisagra histórica,
tuvo que retroceder y aceptar el mandato de un pueblo harto de tanta
humillación y entrega de la patria.
Hace unos años atrás, cuando se
me ocurrió el nombre de Agustín Tosco para nuestro querido colegio, una de las
cosas que pensé es que era una injusticia enorme que ningún edificio público de
Buenos Aires lleve su nombre. Esa injusticia se agravaba aún mas cuando pensaba
en alguno de los nombres que tienen muchas de las calles o monumentos de
nuestra ciudad. Por suerte hoy en día en nuestro país asistimos a un gran
cambio cultural, donde muchas estructuras monopolicas, desde todo punto de
vista y en las diferentes áreas, están siendo discutidas y desarticuladas, en
donde el nombre que elegimos para este colegio, luego de una gran participación
y votación democrática, es un claro ejemplo.
Por otro lado me pareció
fundamental que este nombre lo tenga una institución educativa pública ya que
los valores de Agustín Tosco son un enorme ejemplo para los estudiantes y para
la comunidad educativa toda. Agustín Tosco entre tantas otras cosas representa
participación, compromiso, y formación intelectual, y esos son valores
imprescindibles para el ser humano en su rol de ciudadano y también como
estudiante y aparte son valores, que como profesor de historia, trato todos los
días de inculcar y transmitir a mis alumnos.
En la elección del nombre de
nuestro colegio participó toda la comunidad escolar, votaron los alumnos, los
docentes y el personal no docente. En la última etapa de la elección hubo cinco
nombres, todos merecedores de ser el elegido, ellos eran, aparte de Tosco,
Azucena Villaflor, Atahualpa Yupanqui, Haroldo Conti y Eva Duarte. Todo el
proceso, hasta que se termino eligiendo el nombre definitivo, duro
aproximadamente dos años, durante los cuales se realizaron distintas etapas
informativas de cada uno de los nombres propuestos para que, sobre todo el
alumnado, conozca la historia de cada una de estas personas.
Es de destacar aquí el aporte que
significo la difusión por intermedio del blog de la escuela, donde se iba
acompañando el proceso electoral, brindando información valiosa de cada uno de
los nombres históricos en cuestión. Esta información también se la brindaban en
sus clases los docentes a sus alumnos.
Quiero agradecer en nombre de
toda la comunidad educativa la ayuda y acompañamiento que brindo la diputada
Naddeo y su equipo de trabajo para que todo esto sea posible, como así también
las notas periodísticas de Osvaldo Bayer en página 12 haciéndose eco de que un
colegio en el barrio históricamente obrero de Villa Pueyrredon haga honor con
su nombre a Agustín Tosco.
Para mí, haber formado parte de
todo este proceso colectivo, me llena de profundo orgullo, ya que este gran
aporte a la educación democrática que hicimos entre todos y la participación
que se logró es el mejor homenaje que le podemos hacer a un señor como fue
Agustín Tosco. Otra vez trabajadores y
estudiantes unidos. Muchas gracias.
Alberto Bolognesi
(Profesor de Historia)
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