miércoles, 1 de junio de 2016

Atenas

                                                                    Atenas

Atenas fue fundada por los jonios en el centro de Grecia. Esta zona llamada Ática era pobre, con escasas cosechas, por lo que no fue de interés para los pueblos invasores. La leyenda atribuye a Teseo, el rey legendario que venció al Minotauro de Creta, el haber logrado la supremacía de Atenas por sobre el resto de las polis del Ática.
¿Cómo era su organización política?
Atenas fue evolucionando desde el siglo VIII a. C. al V a. C. desde una oligarquía (gobierno de pocos) hacia una democracia (gobierno del pueblo). En un principio gobernaba un rey, que dirigía los asuntos políticos y militares, asistido por el Areópago, consejo de nobles con amplios poderes especialmente en la justicia. Estas instituciones sólo representaban los intereses de las clases privilegiadas y esto provocaba constantes rebeliones populares. Algunos nobles pensaron que era mejor ceder algo antes que perderlo todo y encararon una serie de reformas. El primero fue Dracón, quien en 621 a. C. elaboró el primer código de leyes escritas de Atenas. Otro miembro de la nobleza, Solón, realizó grandes reformas en el siglo VI a.C.: suprimió la esclavitud por deudas, dividió a los ciudadanos atenienses en cuatro grupos según su riqueza sin tener en cuenta su origen familiar y creó nuevas instituciones.
Las instituciones
Finalmente Clístenes, en el 510 a.C., le dio a Atenas su organización política definitiva. El areópago, compuesto por tres miembros. El arcontado, integrado por diez arcontes, que se dedicaban a funciones administrativas y dirigían el ejército. El Consejo de la bulé o de los 500, que redactaba las leyes, controlaba a los magistrados y se encargaba de la política exterior. La Asamblea Popular o ekklesía, integrada por todos los ciudadanos atenienses mayores de 20 años, es decir, los propietarios, reunidos en el ágora proponían las leyes que una vez redactadas por la bulé volvían a la Asamblea para su aprobación. El tribunal de los heliastas estaba compuesto por 6.000 ciudadanos mayores de 30 años, duraban un año en su cargo y se encargaban de administrar justicia.
La esclavitud
A pesar del espíritu democrático de la vida ateniense, se mantuvo la esclavitud de unas 140.000 personas que realizaban la mayoría de las tareas productivas de Atenas. Podían ser griegos o extranjeros y en su mayoría eran propiedad de particulares que los consideraban como si fueran animales u objetos aunque podían recibir un trato más humano, según se desprende de muchos testimonios.
La educación
A diferencia de la espartana, la educación ateniense no era estatal. Cuando los chicos cumplían siete años, iban a la escuela acompañados por un esclavo llamado pedagogo que los ayudaba en sus lecciones. Las escuelas se ocupaban tanto de lo físico como de lo intelectual. A partir de los 18 años los jóvenes llamados efebos, recibían instrucción militar.
La religión
Los dioses griegos podían ser similares a hombres y mujeres, con defectos, virtudes y pasiones, pero eran inmortales y jamás envejecían. Vivían en el Monte Olimpo, formando una gran familia. 
Para explicar el origen del universo se valían de mitos y leyendas. En un principio sólo existía el kháos, un espacio infinito de donde surgió Gea (la tierra). Ella engendró por sí misma a Urano (el cielo) y a Ponto (el Mar). De la unión de Gea y Urano nacieron 12 titanes (seis varones y seis mujeres). Uno de estos titanes, Cronos destrona a su padre y por temor a sufrir la misma suerte devora uno a uno a sus propios hijos. Rea, esposa de Cronos, sólo logra salvar a uno de sus hijos, Zeus que se transformará en el dios más poderoso.

En el Olimpo viven Zeus, sus hermanos Poseidón, dios del mar, y Hades, dios de las profundidades; sus hermanas, Hestia, diosa del hogar, Deméter, diosa de la tierra cultivada y la fertilidad y Hera, hermana y esposa de Zeus, vela por los matrimonios. Los hijos de Zeus son numerosos: Apolo, dios de la adivinación, la música, la medicina y la poesía, Artemisa, diosa de la naturaleza salvaje, Afrodita, la diosa del amor, Atenea, diosa de la sabiduría, la guerra estratégica y el tejido, Hermes, el mensajero del Olimpo, dios de los viajeros y comerciantes, Ares, dios de la guerra violenta e irracional, Hefesto, el dios del fuego y Dioniso, dios del vino, la reproducción y el delirio místico.
¿Por qué al Siglo V a.C. se lo llamó el siglo de Pericles?
En el siglo V a. C. adquiere gran importancia la Junta de Generales, una institución político-militar que ejercía tareas ejecutivas y tenía gran influencia en la Asamblea. Pericles fue nombrado presidente de esta junta y durante sus 30 años de gobierno (461-429) fomentó la realización de grandes obras públicas, el mejoramiento de la calidad de vida de los atenienses y dio un gran impulso a la democracia y a todas las manifestaciones artísticas y culturales.
¿Qué fue la guerra del Peloponeso?
Atenas había crecido económicamente hasta controlar prácticamente todo el comercio de esa zona del Mediterráneo. Esto perjudicaba a otras ciudades comerciales griegas, como Corinto o Megara que pidieron ayuda a Esparta, tradicional enemiga de Atenas por causas políticas: mientras Esparta era partidaria de la oligarquía (gobierno de pocos), Atenas favorecía la democracia (gobierno del pueblo). Así se desató esta guerra entre griegos que duró desde el año 431 a. C. hasta la victoria final de los espartanos en el 404 a. C.
La arquitectura
La arquitectura ateniense se aplicó sobre todo a la construcción de templos, generalmente rectangulares, con una amplia sala central llamada Naós donde se ubicaba la figura del Dios al que estaba dedicada la construcción. Los techos eran a dos pendientes (a dos aguas) y estaban sostenidos por columnas en las que podía verse el estilo de la construcción: podían ser dóricas, sin adornos ni pedestales con un sencillo capitel (parte superior de la columna que sostiene el techo) en forma de disco; jónicas, con pedestal y capitel más trabajado con sus dos volutas en forma de espiral, y corintio con pedestal y el capitel adornado con esculturas de hojas de acanto. Entre las columnas y el techo se colocaban frisos con esculturas que representaban escenas de la mitología. Una de las obras más famosas es el Partenón, templo de estilo dórico dedicado a la diosa Atenea, ubicado en la Acrópolis de Atenas. Fue realizado por el escultor y arquitecto Fidias en la época de Pericles.
Escultura
En el siglo de Pericles la escultura en mármol griega alcanza su máxima expresión. Los más grandes escultores de la época fueron: Fidias, autor de la estatua de Zeus en Olimpia y la Atenea de la Acrópolis; Mirón, con sus esculturas en bronce, entre ellas el discóbolo, imagen de un joven atleta en el instante previo a lanzar un disco, y Policleto, creador del Doríforo, joven guerrero.
Literatura
La literatura en Grecia comenzó con la poesía de Homero en sus obras La Ilíada y La Odisea, que reúnen los relatos legendarios sobre los héroes y su relación con los dioses, tomando como excusa la Guerra de Troya. Después de Homero, se destacó Hesíodo, que narró en su Teogonía la historia de los dioses griegos, sus lazos de parentesco y su relación con los mortales. También escribió Los trabajos y los días, obra en la que se ocupa de la agricultura, el comercio y la educación.
La Ilíada
Cuenta los hechos ocurridos durante la Guerra de Troya. Paris, hijo del rey de esa ciudad, raptó a Helena, esposa de Menelao. Los griegos se unieron para vengar esta ofensa al mando de Agamenón, Menelao, Ulises y Patroclo. Durante diez años sitiaron Troya hasta que finalmente lograron rescatar a Helena y Troya fue destruida. Los héroes principales de esta obra son el griego Aquiles y el troyano Héctor.
La Odisea
Narra las aventuras de Ulises, también llamado Odiseo, rey de Ítaca. Durante la guerra de Troya, su mujer, Penélope, es asediada por muchos pretendientes. Ella promete casarse con uno de ellos cuando termine un tejido que realizaba durante el día pero deshacía durante la noche. En realidad era una excusa para esperar el regreso de Ulises, quien finalmente vuelve y termina con los pretendientes de su fiel esposa.
El teatro
La palabra teatro tiene una etimología discutida. Sabemos, sin embargo, que el teatro en sus orígenes estaba relacionado con las ceremonias en honor al dios Dioniso.  Allí, un recitador hablaba del dios acompañado por las canciones de un coro mientras en un altar se sacrificaba a un macho cabrío. Por eso hay teorías que derivan la etimología de “tragedia” de tragos: macho cabrío y  odos: canción. Con el tiempo, este recitador comenzó a personificar al dios Dioniso hablando como si lo fuera. Luego se agregó una segunda persona y así surgió el dialogo al que se le sumaron más personajes. Así nació el teatro griego, que se representaba en anfiteatros: gradas de piedra colocadas en semicírculo. En la época de Pericles surgieron tres grandes autores teatrales: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Esquilo trató preferentemente temas religiosos. Una de sus obras más famosas fue Prometeo encadenado. Sófocles humaniza sus personajes con diálogos creíbles y un lenguaje un poco más popular. Su obra máxima fue Edipo Rey. Eurípides avanzó aún más en tratar los temas que le preocupaban a la gente y que hablaban de la vida cotidiana y la política. Entre muchas obras escribió Ifigenia y Las troyanas. Luego surgió la comedia, en las que se introduce el humor y la burla sobre las instituciones, los políticos e incluso la religión. El autor más famoso de este género fue Aristófanes con obras como Las Avispas, dura crítica a la sociedad de su época.
La filosofía
La filosofía (filo = amor - sofía = sabiduría) tuvo su origen en el siglo VI a. C. en Mileto, Asia Menor, a partir de ciertos pensadores como Tales, Anaxímenes y Anaximandro, que no se conformaban con las explicaciones que daban la mitología y la religión sobre el origen del mundo y de las cosas. Los primeros filósofos buscaron un elemento primordial que hubiera dado origen al universo y fuera la esencia de todas las cosas. Algunos pensaron que era el agua, otros el fuego y otros el aire. En la época de Pericles surgen los sofistas, maestros hábiles en el manejo de la palabra que recorrían la ciudad organizando discusiones. Uno de los más famosos fue Protágoras (480- 410 a. C.), quien decía que el hombre es la medida de todas las cosas. Algunos estudiosos han interpretado la frase en el sentido de que cada uno debía actuar según su conveniencia sin importar la ley moral.
El filósofo Sócrates (469 - 399 a. C.) se opuso a los sofistas. Pensaba que los hombres debían superar la conveniencia de cada uno y ocuparse de las cosas que les son comunes. Para esto debían conocerse a sí mismos y poner en duda todos los conocimientos adquiridos para buscar el verdadero saber. Una de sus sentencias fue la famosa "sólo sé que nada sé". Sócrates no dejó obras escritas pero su pensamiento fue recogido por su discípulo Platón (427- 347 a. C.), que en su Academia difundió los principios socráticos, a los que les sumó sus propios pensamientos políticos que escribió en La república, su más famoso libro. A su vez Aristóteles (384- 322 a. C.) fue discípulo de Platón y dirigió su propia escuela, el Liceo, y fue el maestro de Alejandro Magno. Fue Aristóteles el primero que sistematizó la filosofía al organizarla en distintas ramas (lógica, metafísica, ética, política, etc.).
Las olimpíadas
A partir del año 776 a. C., cada cuatro años en el mes de agosto, todas las polis (ciudades estado) de Grecia enviaban a sus mejores deportistas a Olimpia para competir en los juegos olímpicos u olimpíadas. Allí se realizaban competencias deportivas y certámenes artísticos de poesía y música. La competencia más importante era el pentatlón que reunía cinco competencias: carrera, lanzamiento de jabalina, lucha, lanzamiento de disco y salto. Los juegos se anunciaban por toda Grecia diez meses antes de su celebración a través de unos mensajeros que anunciaban la tregua sagrada. Las guerras y disputas debían suspenderse hasta finalizar las olimpíadas.
Más datos
La población de Atenas en el Siglo V a.C. llegaba a los 250.000 habitantes de los cuales 40.000 eran ciudadanos propietarios con todos los derechos políticos, unos 70.000 extranjeros y 140.000 esclavos.
Las ciencias recibieron también un gran impulso: el médico Hipócrates investigó distintas enfermedades y descubrió sus remedios y el matemático Pitágoras renovó la matemática y la geometría.
Además de los dioses los griegos veneraban a los héroes, hijos de dioses y diosas que se destacaban por sus hazañas.
La familia a diferencia de Esparta, era muy importante. Era ante todo un grupo religioso que poseía su propio culto, del cual el padre era el sacerdote.
En Delfos funcionaba el Oráculo, templo dedicado a la adivinación en el que una sacerdotisa llamada pitonisa predecía el futuro a los miles de griegos que concurrían curiosos a visitarla.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar 

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